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PERÍODO IMPERIAL

Durante las primeras décadas del Imperio de Brasil, São Paulo mantiene sus principales características coloniales, continuando a ser considerada como una mera "ciudad provinciana". A pesar de ello, fue palco de episodios de trascendencia para el país: en ella fue declarada por ejemplo, la Independencia de Brasil por parte del entonces Príncipe regente Don Pedro I. Era allí donde vivía también la más célebre amante del emperador, la Marquesa de Santos.

La ciudad comienza a ganar estatus con el desarrollo de la economía cafetalera, en un momento en que los latifundarios del café comienzan a radicarse en la ciudad (individuos con relativa importancia política). Desde mediados del siglo XIX São Paulo pasa a beneficiarse de las líneas férreas que unen el interior del estado con el puerto de Santos. La facilidad de exportar café le proporcionan a la ciudad y al estado de São Paulo un gran crecimiento económico.